Como describir aquella mezcla de emociones impotentes, desahuciadas y por demás desgastadas que hemos tenido que pasar todos los que, a lo largo de nuestras vidas debimos afrontar la desdichada experiencia de perder violentamente a seres queridos y conocidos también en medio de una sangrienta autopista.
Miles de hogares desintegrados, corazones partidos, metas estancadas y vidas destruidas; van dejando a su paso uno tras otro accidente de tránsito. Es que ¿tendremos que llenar alguna cuota imaginaria de muertes? o simplemente ¿nos resignaremos a convivir en esta constante irresponsabilidad por parte de conductores y autoridades?. Unos por no tomar conciencia de sus actos y los otros por no imponer leyes severas para los infractores. Ahora el país entero lamenta, una terrible pérdida que bien pudo evitarse. La víctima no fue sino el reconocido periodista Álvaro Ugaz (40), un gran valor nacional, digno de respeto y gran hechor en la labor periodística, dirección y conducción desde hace más de 18 años, en los medios radiales RPP y CPN Radio y también televisivos como ATV (Canal 9) a lo largo de su carrera. Quién dejó de existir la madrugada del 23 de marzo en, luego de luchar por su vida tras dos operaciones, después de haber sufrido el aparatoso choque de su camioneta con la parte trasera de un trailer , su vehículo dio varias vueltas de campana antes de quedar varado a un lado de la autopista en el Km. 27 de la carretera Panamericana Sur. Como Álvaro Ugaz, miles de vidas seguirán apagándose abruptamente, mientras esperamos que el duro corazón de aquellos que juegan con las vidas de quienes que les dan de comer , se inmuten siquiera ante tal ola de asesinatos y dolor que son amparados por "nuestras leyes" y de una vez se armen de agallas para hacerlas respetar .
jueves, 9 de abril de 2009
¿Se hizo Justicia?
Nadie en este mundo está conforme consigo mismo y menos aún con todo lo que los rodea. Ésta semana ha sido un ejemplo más de ello, pues, un país completo estuvo al pendiente del que podría suceder en el final de este proceso por el que es juzgado en Ex presidente peruano Alberto Fujimori por haber ido contra los Derechos Humanos en el asesinato de Barrios Altos y La Cantuta.
El final de esta sórdida historia concluyó este martes 7 de abril, con una sentencia de 25 años de prisión efectiva por los delitos de homicidio calificado, lesiones graves y secuestros en el sótano del Servicio de Inteligencia del Ejército.
Opiniones partidas unos conforme, otros no, pero todas coinciden en que debió darse algún tipo de escarmiento al ex mandatario.
Los únicos regocijantes de alegría en este embrollo serían los familiares de los deudos, quienes dicen no afortunarse por las desgracia ajena, pero que al fin "se hizo justicia".
Una encuesta hecha por el CPI (Compañía Peruana de Mercado y Opinión Pública), arrojó que el 54.9% de limeños están en desacuerdo con la sentencia a Fujimori. De este total, un 28,5% consideró que se le debió condenar a menos años, el 4,3 % a más años y el 26,2 % precisó que se le debió absolver.
Todas las contradicciones son válidas, no hay una verdad absoluta para nadie y lo único rescatable del asunto, es que, por fin se le dio un buen ejemplo de justicia para todos los corruptos del sistema. Ahora, pueden estar seguros que en una u otra instancia, habrá gente dispuesta a justicar sin reparos.
Un aliento de paz en este país tan famélico de justicia...
El final de esta sórdida historia concluyó este martes 7 de abril, con una sentencia de 25 años de prisión efectiva por los delitos de homicidio calificado, lesiones graves y secuestros en el sótano del Servicio de Inteligencia del Ejército.
Opiniones partidas unos conforme, otros no, pero todas coinciden en que debió darse algún tipo de escarmiento al ex mandatario.
Los únicos regocijantes de alegría en este embrollo serían los familiares de los deudos, quienes dicen no afortunarse por las desgracia ajena, pero que al fin "se hizo justicia".
Una encuesta hecha por el CPI (Compañía Peruana de Mercado y Opinión Pública), arrojó que el 54.9% de limeños están en desacuerdo con la sentencia a Fujimori. De este total, un 28,5% consideró que se le debió condenar a menos años, el 4,3 % a más años y el 26,2 % precisó que se le debió absolver.
Todas las contradicciones son válidas, no hay una verdad absoluta para nadie y lo único rescatable del asunto, es que, por fin se le dio un buen ejemplo de justicia para todos los corruptos del sistema. Ahora, pueden estar seguros que en una u otra instancia, habrá gente dispuesta a justicar sin reparos.
Un aliento de paz en este país tan famélico de justicia...
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